lunes, 7 de marzo de 2022

6M, NO AL CIERRE DE LÍNEAS. PERO, ¿ASÍ?

 


Un cartel reza: domingo, 6 de marzo, 12:00 h., concentración en San Telmo. Hemos participado, pese a no ser invitadas a su construcción desde abajo y lo colectivo como plataforma de familias y AMPA de la Pública, en una concentración contra el cierre de líneas. El resultado no nos ha sorprendido: escasa participación. 

Que hayamos estado allí nos permite hacer una valoración de lo sucedido, a modo de autocrítica también, porque no compartimos esta manera de construir un conflicto. Nos genera contradicción, pero hemos de reconocer que “no estar” no es entendido, de ahí que este tipo de movimientos acabe por arrastrarnos muy a nuestro pesar. 

Si el éxito de la convocatoria se mide por la suma de logos, no está mal. Catorce. No están todos los que son, sin duda. Y hasta hay convidados de piedra, como la Marea Verde, una vergüenza que no se contara con ella más que a pocos días del 6M, como el verde perejil que adorna los platos, pese a que algunas de las organizaciones que están en la pancarta participan de ese espacio que siempre fue de encuentro y plural para la defensa de la Pública. 

La foto no es de la comunidad educativa en lucha, no lo es (es más, está gente a la que no se ve casi nunca en las calles). Y eso es lo que, a nuestro juicio, debería haberse promovido. Cuando un problema es colectivo, y esto lo es pues afecta a 41 centros educativos de Sevilla capital y provincia, la pelea por la solución no puede armarse por arriba sin contar y movilizar, de verdad, a las afectadas.

Lo de hoy es el resultado de un cartel con suma de logos sin verdadero movimiento por abajo, vacío. Liberados sindicales, aspirantes a serlo, algunas juntas directivas de AMPA, simpatizantes o militantes de partidos políticos que no quieren dejar de hacerse visibles apoyando lo público y varios activistas incombustibles de colectivos no invitados pero que se sienten parte de Marea Verde. Sólo un centro ha tenido una nutrida representación de sus familias. Nada más y nada menos, pero mucho menos del músculo necesario para parar la enésima pérdida de líneas que viene padeciendo la Educación Pública andaluza.

Esto no es nuevo, es repetición del método empleado desde que lo que importa de una pancarta o un cartel es la sopa de siglas y la suma de logos. Y el resultado será el mismo: fotos en redes de los promotores lustrando sus marcas, pero líneas se perderán.

Lo que pone a los gestores de los servicios públicos contra las cuerdas de tener que recular y comulgar con rueda de molino no es un puñado de logos y una concentración de "representantes" de las afectadas por un problema. Lo que hace que den marcha atrás es la ciudadanía en lucha en la calle (si se tiene curiosidad, consúltese la Guía Activista de la matriculación en la Pública que hemos sacado desde Escuelas de Calor, aquí cutt.ly/KAv3uwN). 

De otra forma, se están quemando cartuchos de fogueo y se está deteriorando la más valiosa herramienta que tenemos lxs de abajo para mover la voluntad de lxs de arriba y ponerlos a nuestro servicio, el de lo Público.

Actuando así, enseñando que un colectivo -por grande que sea- se puede agazapar detrás de un logo, lo que se logra es desmovilizar al colectivo que se pretende representar. La gente piensa y aprende -es lo más cómodo, además- que una entidad u organización le sustituye en la lucha y que puede delegar su presencia. Y no, las primeras personas no somos nada sin el nosotras, sin el plural, sin todas las personas afectadas al lado, concienciadas de su papel, empoderadas y en la calle. Y lo sabemos porque hubo una vez que EDC fuimos miles en la calle un 30S. Otros tiempos, otros contextos, lo importante no era el logo.

La propaganda de la Consejería de Educación y Deporte cuenta la milonga de que está bajando la ratio, la única ratio que vemos bajar es la de la participación en las acciones de protesta. La media no llega ni a 10 por logo. Preocupante. Nos debe hacer reflexionar. A nosotras, las primeras.