viernes, 21 de enero de 2022

¿POR QUÉ LAS AMPA Y SUS FEDERACIONES NO HAN LLAMADO A VACIAR LAS AULAS?

 



El 19 de enero de 2022 dirigimos una carta a todas las federaciones y confederaciones de AMPA de Andalucía.

En plena sexta ola, con la incidencia disparada, con la enésima versión de protocolos COVID en centros educativos (que curiosamente no dispone la misma actuación para un contacto estrecho si es dentro o fuera de un colegio, pese a ser el mismo virus), con numerosas bajas docentes (muchas más que el año pasado por estas fechas pese a “las cuentas” que hace la Consejería), el consiguiente caos organizativo porque no se están cubriendo (también pese a lo que dice la Consejería), con contagios que no cesan incluso entre alumnado (y en Secundaria donde la mayoría está vacunado), con un sistema de salud colapsado donde la Atención Primaria no da abasto y por tanto, las enfermeras de enlace tampoco… las estructuras que representan a las familias en los centros educativos no pasan de comunicados y manifiestos, alguno reciente como el de la federación sevillana más subido de tono.

¿Y ya está? ¿Vamos a seguir soportando la que está cayendo sin más? ¿Confiando en que pasará como las olas anteriores? ¿Acaso no hemos aprendido ya que las recogidas de firmas, los comunicados, los papeles por registro… sin movilización son inútiles o incluso contribuyen a la desmovilización de los colectivos? ¿Por qué las AMPA, sus federaciones y confederaciones no han llamado a que las familias se movilicen vaciando las aulas de centros donde no hay ni seguridad ni presencialidad de calidad? ¿Qué miedo hay? ¿A la crítica? Lo que molesta a la Administración es lo que visibiliza el conflicto y el descontento social. Y eso es lo que está haciendo falta ya. Por menos, los docentes en Francia se han declarado en huelga y tirado a la calle.

O se exige con contundencia o seguiremos sin las medidas necesarias cuando llegue una séptima ola. El poder que les da la representatividad no se está usando adecuadamente.

Quien nos conoce sabe que somos firmes defensoras de otro modelo de organización de las familias en la escuela, que somos muy críticas con el modelo AMPA y la representatividad, eso inmoviliza no empodera, de hecho, EDC surgió de eso y por eso, pero ya que estas estructuras están, que se note y hagan algo de verdad útil. Representar a las familias es defender sus derechos, los de todas, las de riesgo, las que trabajan fuera de casa, las que teletrabajan, las que están desempleadas, las monomarentales, las monoparentales, las que tienen hijos/as con NEAE y las que no lo tienen. El problema y el pisoteo de derechos es a todas por igual. A un problema colectivo no existen soluciones individuales. Vamos todas en el mismo barco que se hunde, el de la Educación Pública. Esperamos una respuesta: escuelasdecalor@gmail.com.

Aquí abajo la carta dirigida a CODAPA, la mayor confederación de AMPA de Andalucía. Idénticas misivas han recibido las 8 federaciones provinciales y la otra confederación anldaluza (CONFEDAMPA).

 

 

Sevilla, 19 de enero de 2022

 

Nos dirigimos a ustedes como plataforma de familias y AMPA de Sevilla para hacerles partícipes de nuestra posición respecto a lo que está sucediendo en el sistema educativo público andaluz.

Sabemos que como Confederación son ustedes plenamente conocedoras de la realidad a día de hoy en los centros educativos, no sólo por el lugar que ocupan como confederación, sino porque como padres y madres perciben lo que está pasando. Sólo hay que tener un hijo o hija en edad escolar para saber que eso de “los centros son seguros” no es cierto. No lo ha sido nunca en estos dos años que llevamos conviviendo con el SarsCov2. Que podría haber sido peor, quizás sí, pero desde luego, si no lo ha sido, no ha obedecido a la gestión que desde la Consejería se ha hecho, sino por el esfuerzo y la responsabilidad de la comunidad educativa de cada centro.

La sexta ola, con una cepa Ómicron de alta transmisibilidad predominando los contagios, ha sumido en el caos organizativo y sanitario a muchos centros educativos. Las bajas de docentes tras las vacaciones de Navidad han sido muy numerosas, sin sustituciones pese a procedimientos extraordinarios como su gestión telefónica o la cobertura exprés en 24 h. Ello ha redundado en alumnado sin clases en Secundaria y Bachillerato, o subida de ratio por tener que repartir alumnado en Primaria para que no permanezcan en aulas sin maestra/o. Los apoyos al alumnado con NEAE también sufren las consecuencias pues es de este personal del que a veces se tira para cubrir ausencias docentes. Hay ya también muchos niños y niñas contagiándose y llevando la transmisión a sus familias. Y no vamos a detenernos en los cambios en los protocolos, en la duración de las cuarentenas, en las mascarillas, la no bajada de ratio, las temperaturas gélidas y el sinfín de despropósitos que nos acompañan por acción y omisión.

No podemos permitir este escenario por más tiempo, ni siquiera siendo conscientes de que es una situación de tensión sobre el sistema educativo temporal (que se traslada a su vez al sanitario) hasta el paso de la sexta ola y la bajada de contagios. Pueden venir más olas y el derecho a la educación presencial de calidad debe protegerse y garantizarse. No se ha hecho ni se está haciendo.

La Consejería de Educación tiene que percibir nuestro rechazo a su manera de gestionar la COVID en los centros educativos, tienen que tomar nota de que no nos convencen sus anuncios, sus datos, sus “mantras”, sus instrucciones, porque la realidad en las aulas es otra. Nunca debimos tolerar que los centros educativos fueran el único ámbito social donde no ha habido medidas eficaces a la altura de las circunstancias.

Ya no basta con comunicados y notas de prensa, ni con acciones tibias, hay que hacer algo más y les invitamos a que usen su representatividad de las familias de la Pública para llamar al vaciado de aulas en señal de protesta.

Desde nuestra experiencia, las medidas o acciones que se solicitan de la Administración, las preguntas o interpelaciones que se le hacen deben ir acompañadas de tensión y pulso en la calle para que tengan mayor peso. Sin la calle, no oirán nada ni pasarán a tener en cuenta ninguna de las reclamaciones. Lo que les molesta es la visualización del conflicto, que el colectivo afectado se movilice en primera persona, no a través de sus representantes, por muy legítimas que estas sean, en mesas de despacho.

Para ejemplo, no de lucha ni de personas -sería una falta de modestia-, las acciones que se hicieron por la bioclimatización de los centros andaluces desde el año 2017, que hicieron posible la actual Ley 1/2020, de 13 de julio, para la mejora de las condiciones térmicas y ambientales de los centros educativos andaluces mediante técnicas bioclimáticas y uso de energías renovables, ya en BOJA. Ley que, dicho sea de paso, recoge en su artículo 8 la puesta en marcha de medidas que mejoren la calidad del aire interior de las aulas, tan esencial como hemos visto ante un virus de transmisión aérea como el SarsCov2. De ahí que sea tan importante en este contexto exigir que esa ley en vigor se cumpla.

Vaciemos las aulas. Todas las familias son capaces de organizarse para prescindir de la escuela y cumplir sus obligaciones laborales en los periodos vacacionales, también se puede hacer un día. Pierdan el miedo a molestar y convoquen a las familias. El problema es colectivo y sólo desde la colectividad tendrá solución. Quedamos a la espera de la convocatoria.

Sin otro particular, reciban un cordial saludo.

 

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