miércoles, 4 de junio de 2025

EL CALOR EN LAS AULAS NO TERMINARÁ SIN LUCHAR POR LA LEY DE BIOCLIMATIZACIÓN


En un Estado de derecho nos da por pensar que las leyes están para cumplirlas y contribuir al orden social. Sin embargo, La Junta de Andalucía lleva 5 años saltándose a la torera su obligación de cumplir y aplicar la Ley de Bioclimatización de centros educativos públicos andaluces, a pesar de ser la primera ley que Juan Manuel Moreno Bonilla firmó en un BOJA. Por eso, desde Escuelas de Calor llamamos en este final de curso a la movilización de la comunidad educativa para que esta ley sea una realidad.

La primera ola de calor del fin de curso, que este año ha llegado a un mes escaso de su final, ha convertido de nuevo en noticia que los centros educativos andaluces siguen siendo edificios públicos no preparados para el calor.

A 5 años desde la aprobación de la ley de bioclimatización, destinada a proporcionar soluciones bioclimáticas para la adecuación térmica de los centros educativos públicos, la situación dista muy poco de la que motivó en 2017 el nacimiento de la plataforma de familias y AMPA Escuelas de Calor.

Es por ello que, desde esta plataforma se anima a que la comunidad educativa (familias, docentes y estudiantes) se movilice y muestre de nuevo su indignación por la inoperancia que el gobierno andaluz está demostrando para el desarrollo y aplicación de la ley de bioclimatización. La ley de bioclimatización se aprobó por unanimidad en el Parlamento andaluz porque se ganó en la calle, pero nuestro movimiento sabía ya en 2020 que la misma lucha sería necesaria para que se materializara en colegios e institutos. Y el tiempo nos está dando la razón. Hay que volver a las calles y a la reivindicación, o nunca la sacarán del cajón.

En esta primera semana de junio, serán varios los centros que harán movilizaciones para exigir que se cumpla la ley de bioclimatización. Entre ellos, varios del distrito Macarena de Sevilla y 8 de Huelva. Y esto debe ser el principio de una nueva etapa de movilizaciones el curso que viene.

La refrigeración adiabática que ha instalado la Junta de Andalucía con fondos europeos no es bioclimatización ni es la aplicación de la ley, que aún no tiene desarrollo reglamentario, ni presupuesto, ni se ha hecho la evaluación de necesidades y auditorías que deben establecer qué centros son los prioritarios para intervenir y con qué medidas. Todo está por hacer y la adiabática es sólo un parche que ni siquiera han planificado con el mantenimiento imprescindible para que no dé lugar a problemas de salud como la legionelosis. La APAE pretende que ese mantenimiento lo hagan y lo paguen los centros educativos con fondos propios de los que carecen, lo que está dejando sin utilizar estas instalaciones. Todo un despilfarro de fondos europeos.

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