En un Estado de derecho nos da por pensar que las leyes están para cumplirlas y contribuir al orden social. Sin embargo, La Junta de Andalucía lleva 5 años saltándose a la torera su obligación de cumplir y aplicar la Ley de Bioclimatización de centros educativos públicos andaluces, a pesar de ser la primera ley que Juan Manuel Moreno Bonilla firmó en un BOJA. Por eso, desde Escuelas de Calor llamamos en este final de curso a la movilización de la comunidad educativa para que esta ley sea una realidad.
La primera ola de calor del fin de curso, que este año
ha llegado a un mes escaso de su final, ha convertido de nuevo en noticia que
los centros educativos andaluces siguen siendo edificios públicos no preparados
para el calor.
A 5 años desde la aprobación de la ley de
bioclimatización, destinada a proporcionar soluciones bioclimáticas para
la adecuación térmica de los centros educativos públicos, la situación dista
muy poco de la que motivó en 2017 el nacimiento de la plataforma de familias y
AMPA Escuelas de Calor.
Es por ello que, desde
esta plataforma se anima a que la comunidad educativa (familias, docentes y
estudiantes) se movilice y muestre de nuevo su indignación por la inoperancia
que el gobierno andaluz está demostrando para el desarrollo y aplicación de la
ley de bioclimatización. La ley de bioclimatización se aprobó por unanimidad
en el Parlamento andaluz porque se ganó en la calle, pero nuestro movimiento
sabía ya en 2020 que la misma lucha sería necesaria para que se materializara
en colegios e institutos. Y el
tiempo nos está dando la razón. Hay que volver a las calles y a la
reivindicación, o nunca la sacarán del cajón.
En esta primera semana de junio, serán varios los
centros que harán movilizaciones para exigir que se cumpla la ley de
bioclimatización. Entre ellos, varios del distrito Macarena de Sevilla y 8 de Huelva. Y esto
debe ser el principio de una nueva etapa de movilizaciones el curso que viene.
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