Las familias de la plataforma Escuelas de Calor (EDC) celebramos que la
Consejería de Educación reconozca que las aulas climatizadas son una verdadera
necesidad para que se desarrolle en ellas la prueba de Evaluación de
Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Con ello, la
Administración educativa andaluza da respaldo a la lucha que durante 3 años
lleva sosteniendo Escuelas de Calor y que ha dado impulso a una Ley de
Bioclimatización que espera a ser aprobada por el Parlamento andaluz en cuanto
reinicie su actividad tras el parón por la pandemia.
A EDC nos agrada el reconocimiento por parte de la Consejería de Educación (CEyD) de que
la climatización es necesaria y, en consecuencia, haya iniciado la búsqueda a
través del servicio de inspección educativa de los centros educativos que
cuentan con aire acondicionado en las aulas pues son conscientes de que las
temperaturas de los primeros días de julio son nada compatibles con el confort
y la salubridad exigidos para un examen de varias horas de duración como es la
EBAU (antigua selectividad).
Pero también tenemos sentimientos encontrados porque nos parece un absoluto acto de cinismo por parte de la CEyD, pues de más saben que la red de centros educativos andaluza es deficitaria tanto en el estado de las edificaciones como de sus equipamientos. Hay que tener muy poco respeto por la comunidad educativa para hacer estas declaraciones públicas. Pero tampoco nos sorprende, nos tienen acostumbradas.
Como lleva 3 años denunciando EDC, las aulas
andaluzas son saunas en verano y neveras en invierno, según la zona geográfica
y climática de la extensa comunidad autónoma andaluza donde nos situemos. Son
los únicos edificios públicos sin climatizar y sus condiciones térmicas son
incompatibles con la salud y el rendimiento académico. El estrés térmico dura
prácticamente todo el curso académico, aunque se recrudece en épocas de calor y
frío extremos. En concreto, en las aulas de Sevilla, provincia donde iniciamos nuestra lucha, las temperaturas suben a finales de abril y sobrepasan los 30
grados casi a diario.
Al servicio de Inspección le va a costar encontrar
aulas para la EBAU. Debe saberse además que las que encuentre han sido
climatizadas por las AMPA y las familias, hartas de reclamar durante años ante
la Junta de Andalucía que se pusiera solución a tan grave problema. Es un
copago vergonzoso, asimilable a que las pacientes tuviéramos que comprar
ecógrafos o lámparas de quirófanos para los hospitales. Pero han preferido
mirar para otro lado mientras se modificaban instalaciones eléctricas para
instalar aparatos de aire acondicionado o ventiladores.
EDC espera que este reconocimiento de la necesidad
de contar con aulas climatizadas, se vea reflejado en la aprobación inmediata
de la Ley de Bioclimatización de centros educativos que Adelante Andalucía ha
llevado al Parlamento andaluz por segunda vez y que, una vez entre en vigor, la
Junta de Andalucía empiece a aplicarla con celeridad. No sería coherente que no
lo hiciera y sería una falta de respeto y un insulto a la comunidad educativa.
EDC espera que nada más se reinicie la actividad parlamentaria andaluza tras la
pandemia, la Ley de Bioclimatización suba a Pleno para su aprobación.
Dicha ley contempla medidas de bioclimatización,
superando la instalación de aparatos de aire acondicionado, e incide en la
adaptación de las insfraestructuras educativas para que sean confortables y
sanas, a la vez que sostenibles y de ayuda ante la emergencia climática.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Sevilla ha puesto el acento
también en la necesidad de mejorar la ventilación de las aulas por los altos
índices de dióxido de carbono encontrados en ellas en el muestreo realizado y
que la OMS califica de peligrosos para la salud. Todo indica que esta ley es
más que necesaria y que urge poner en marcha las medidas que plantea.
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