Las familias de la
plataforma Escuelas de calor consideramos un despropósito y una
irresponsabilidad las intenciones del señor Javier Imbroda, consejero de
Educación y Deporte de la Junta de Andalucía de volver a las aulas en
septiembre sin las garantías sanitarias que darían la bajada de ratio. Está
jugando con las salud de toda Andalucía exponiéndonos a que aumenten los
contagios.
Cuando hay experiencias
en otros países que evidencian que la vuelta a las aulas ha sido vehículo de
repuntes en la pandemia, el señor consejero Imbroda pretende que, a 4 meses
vista del comienzo de un curso escolar que va a convivir con la COVID-19, sea
seguro volver a las aulas con la misma ratio anterior a la pandemia.
Las autoridades
sanitarias no dejan de hacer llamamientos a la prudencia, a seguir manteniendo
las medidas de prevención que hasta ahora han demostrado eficacia: distancia
social, porque el virus no nos ha abandonado y sigue sin haber vacunas.
Sigue habiendo personas
que pueden ser enfermas asintomáticas. ¿Qué pasaría si hubiera escolares
asintomáticos en un aula de 25 o 30 niños y niñas? ¿Qué podría pasar si una
docente fuera asintomática y ha estado trabajando infectada? ¿Qué pasaría con
los abuelos y abuelas que llevan a sus nietas/os al colegio? Las respuestas a
estas preguntas son claras. Propiciar situaciones sociales de riesgo es abrir
la puerta a un repunte de la enfermedad, a más muertes y a extender en el
tiempo la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas.
La Consejería muestra una
absoluta irresponsabilidad fiando su planificación a que en estos 4 meses haya
mejorado la pandemia. No es de recibo. Bajar la ratio es la obligación del
señor consejero Imbroda de cara a la vuelta a las aulas el curso 2020-21. Es su
responsabilidad buscar urgentemente una solución hoy para que todo esté listo
dentro de casi cuatro meses que es cuando dará comienzo el nuevo curso. Decir que bajar
la ratio es inviable es reconocer su propia incompetencia y lo que debería
hacer entonces es dimitir, poner su cargo a disposición ante una situación que
a todas luces le viene grande y no es capaz de gestionar.
El señor consejero ve
números y cuentas, ahorro, pero lo que está en juego son vidas y el derecho a
la educación de calidad. En la empresa con la que estuvo vinculado hasta poco
antes de tomar posesión de su cargo, MEDAC, se anuncia una ratio de 15
alumnos/as como garantía de individualización de la enseñanza. Sin embargo, se niega a la Educación Pública esa ratio que protege la
salud de los andaluces/zas y asegura la atención individualizada al alumnado,
imprescindible para las adaptaciones curriculares que serán necesarias para
retomar los aprendizajes perdidos en el confinamiento y mucho más.
Ya basta, necesitamos una
Consejería que planifique, no que improvise ni eche balones fuera. Eso era en
la cancha, ahora Imbroda está al frente de algo tan serio como la Consejería de
Educación.
Escuela
de Calor, como otros colectivos en defensa de la Educación Pública, no va a parar hasta que la Consejería cumpla con su
obligación y responsabilidad, hasta que se cumplan todas las reivindicaciones
de la comunidad educativa que llevan poniéndose sobre la mesa desde que empezó el confinamiento educativo y se hicieron patente la desigualdad y los déficits del sistema.
El sistema educativo andaluz necesita de
una inversión extraordinaria y medidas contundentes que hagan posible enfrentar
la situación generada por la COVID-19, que no ha hecho sino agravar la
“normalidad” previa. No tiene ningún sentido volver a las aulas sin seguridad
sanitaria y sin un plan que solucione las brechas y la desigualdad que se han visto durante
esta etapa.
Como el sistema sanitario, que se ha
enfrentado a la pandemia debilitado, el sistema educativo andaluz viene de
soportar recortes brutales en plantilla docente, en plazas escolares públicas, cierre
de centros públicos, privatizaciones con precarias condiciones laborales para personal de apoyo al alumnado más vulnerable (PTIS, ILSE, mediadores comunicativos...), desatención de la diversidad, etc.
Desde que el gobierno anterior aplicó las políticas de austeridad que deterioraron lo público, no se ha hecho sino abundar en su desmantelamiento en favor de la oferta privada y concertada. El actual gobierno suma y sigue. Ya basta. Ahora más que nunca dinero público para la Pública, bajada de ratio, más docentes y atención a la diversidad de calidad para una inclusión educativa real.
Desde que el gobierno anterior aplicó las políticas de austeridad que deterioraron lo público, no se ha hecho sino abundar en su desmantelamiento en favor de la oferta privada y concertada. El actual gobierno suma y sigue. Ya basta. Ahora más que nunca dinero público para la Pública, bajada de ratio, más docentes y atención a la diversidad de calidad para una inclusión educativa real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario