Esta entrada nos cuesta
escribirla, no lo vamos a negar. Y nos cuesta porque no nos gusta dar cuartos
al pregonero, pero es que antes de que se monte el relato, que es lo que muchas
van buscando, bien está que dejemos las cosas claras. Vamos por partes.
En abril ya se sabía que
septiembre iba a llegar (no hay precedentes de que el tiempo se pare), ya se
sabía que no habría vacuna (lo decían las científicas), ya se sabía que el
virus estaría entre nosotras y ya se sabía que habría que comenzar el curso
2020-21.
A estas certezas sumamos otros
dos aspectos que la experiencia de la educación confinada hizo evidentes: uno, que
la educación presencial es imprescindible porque nada sustituye la riqueza de
la situación educativa y convivencial de un aula, y dos, que el sistema
educativo está tan debilitado tras años de políticas de recorte y
desmantelamiento que no ha sido capaz de responder con equidad a todo el
alumnado -se quedaba atrás el que tiene NEAE y el que no contaba con recursos
tecnológicos- y tampoco el profesorado ha contado con mimbres para afrontar la
situación sin poner TODO de su parte (tiempo extra, imaginación y sus propios
recursos).
Todo eso se sabía, por eso ya en
ese trimestre final de curso se mascaba la tragedia y desde los distintos
sectores de la comunidad educativa ya se pedía que se planificase el curso
2020-21 para hacer frente al escenario previsible. Escuelas de Calor tiene
entradas del mes de abril en este blog donde ya hablamos de bajada de ratio y
refuerzo de plantilla docente. Es tan de cajón…
¿Qué se ha hecho por parte de los
diversos actores de este sainete?
La Consejería de Educación se
centra en primer lugar en montar la segunda edición del fracasado Plan de
Refuerzo estival, sin duda como ensayo de la obra “Vuelta al cole con
normalidad” que quería estrenar en septiembre; hubo contagios, pocos, pero en
un plan de tan reducido alcance la estadística jugaba a su favor. En mayo,
Imbroda dice que ve inviable bajar la ratio (también respondimos a eso aquí https://somosescuelasdecalor.blogspot.com/2020/05/bajar-ratio-es-inviable-imbroda-dixit.html).
En junio, la Junta de Andalucía dijo que había que volver a las aulas con
normalidad (nuestra respuesta https://somosescuelasdecalor.blogspot.com/2020/06/volver-la-normalidad-de-ninguna-manera.html)
y rechazaba la propuesta de la ministra Celáa de ratio de 15 alumnos/as -visto
lo que duró, la hizo con la boca chica-. Ya entonces dijimos que no íbamos a
volver así porque no íbamos a exponer a nuestros hijos e hijas. Y en julio
viene su golpe final, las instrucciones del 6 de julio que destapa la caja de
los truenos.
Escuelas de Calor reunida en
asamblea el 10 de julio decide poner en marcha la campaña
#SinSeguridadNoVolvemos que ha mantenido tooooodo el verano en pie, con enorme
repercusión mediática y en coordinación con plataformas hermanas que ya
existían (Córdoba) o que se han generado a raíz de la vuelta al cole (Málaga y
Cádiz). Las familias libremente se van sumando en otras provincias, incluso de
fuera de Andalucía.
Las direcciones de los centros
educativos alzan la voz, con valentía y sus nombres y apellidos por delante. No
recordamos precedentes. Las instrucciones son inviables, no pueden garantizar
un entorno escolar seguro, no se les dan recursos para ello. El más valiente,
el equipo directivo del CEIP Clara Campoamor de Bormujos, dimite. Efecto dominó
en otras provincias.
Surgen movimientos que,
enarbolando la libertad y hasta la solidaridad, piden que cada familia elija
voluntariamente si llevar a su hijo al cole o quedárselo en casa, así bajará la
ratio yendo al colegio la prole de quienes no pueden conciliar cuidados y vida
laboral. Respetable, pero no fue nuestra postura y lo explicamos (https://somosescuelasdecalor.blogspot.com/2020/08/flexibilidad-educativa-luces-y-sombras.html).
Queremos educación presencial para todos y todas pero con seguridad (https://somosescuelasdecalor.blogspot.com/2020/07/sinseguridadnovolvemos-pero-queremos.html).
Mientras tanto, la Consejería nos
ha amenazado, mucha gente ha callado, otra nos ha insultado, otra nos ha
querido desacreditar con acusaciones de “estar politizadas” o ser de extrema
izquierda (el último cartucho ya…). Cuando van perdiendo, cuando lo que se pide
es justo, de sentido común y de lo común, intentan dividir, debilitar y
llevarnos al fango, siempre con silencios cómplices y con medios de
comunicación serviles. Nada nuevo, ya pasó en 2017 cuando la lucha del
#AulasSíSaunasNo por la climatización de los centros educativos. Algo estaremos
haciendo bien.
El Ministerio del perfil, en un laissez faire indolente. No ha dado directrices mínimas que hubieran tenido que seguir las CC.AA. y que hubieran puesto orden en los 17 escenarios diferentes. Estamos ante una situación excepcional y, sin embargo, se ha dejado que se organicen despropósitos como el de Andalucía.
¿Y nuestras representantes? ¿Qué
han hecho la CODAPA, la CONFEDAMPA y las Federaciones provinciales? Comunicados, exigir desde redes,
sentarse a representar -en el amplio sentido del término- en despachos de gente
VIP, ponerse de perfil porque tienen que representar a todas las familias, a
las que quieren llevar a sus hijos e hijas al cole también (curioso que ellas
sean más dignas de su respaldo que las que no los queremos llevar sin seguridad, que optamos por luchar y también somos AMPA federadas).
Nada de movilizar a las AMPA, tibias,
observando, ni siquiera cuando la soberbia de la Consejería nos amenaza con los
Servicios Sociales e iniciar el protocolo de absentismo (con la excepción de
alguna federación provincial que sí ha ofrecido asesoramiento jurídico). Cuando
ven que las familias les vamos a pasar por encima, anuncian que van a tener que
convocar movilizaciones. Y -¡oh, sorpresa!- las arropan, los de siempre, el
favor es mutuo, ellas saben quiénes son porque su vínculo es viejo.
Ahora viene el último acto, ahora
que el terreno está abonado, ahora que es un clamor a nivel nacional que la
vuelta al colegio no se está haciendo bien, ahora sí toca posicionarse porque
ahora ya se sabe la posición de éxito, esa en la que no se verán solas. Ahora vendrán las fotos poniéndose por
delante, haciendo ver que lideran, que son útiles porque se van a reunir con
fulana o mengano, gente de altura. Habrá foto. Porque con CIF se llega a los
despachos, pero ha quedado demostrado que la lucha se gana allí si se ha ganado
en la calle, y se la vamos a dejar a punto caramelo para que la ganen.
No importa, nacimos por eso, por
no sentirnos representadas, y sabemos que es necesario luchar desde abajo,
organizadas, porque da resultado. Y les fastidia, tanto les fastidia, que ni
siquiera apoyan al movimiento de ciertas familias en sus redes. Pero no
importa, cada una sabe qué papel ha jugado en este proceso.
Así que..., preparadas. Lo que la
Junta de Andalucía ha querido desde el primer momento ha sido ahorrar inversión
y para ello nada mejor que la enseñanza online. A eso nos llevan. Eso sería vulnerar el derecho a la educación de todo el alumnado de Andalucía. Porque no todos los niños y niñas tienen
habitación y ordenador propio y una buena wifi (Fernando Simón lo ha dicho con todas las
letras, alto y claro).
Algunas ya nos han señalado como
las culpables de ese escenario, bien porque necesitan conciliar (se entiende, pero
tarde o temprano tendrían el mismo problema si los contagios obligan a cerrar
coles) o bien porque son profesorado interino y temen no tener plaza, pero no ven
que aquí sólo hay unos responsables: quienes tenían y tienen la obligación de
garantizar educación presencial segura y no la han cumplido. Escuelas de Calor
sólo ha pretendido presionar y ponerlos a trabajar en ello desde abril. No han
querido.
Ahora sí habrá otros agentes que
van a moverse, pero ya es tarde. Ya la decisión estará tomada y además bien escenificada,
en una conferencia de presidentes que sirva a unos y otros para culparse
mutuamente. ¿Se retrasará el comienzo de curso, porque han perdido 5 meses y
ahora no se puede organizar otra vuelta en apenas 10 días? Si es así, el
relato será otro, será que no contaban con que los contagios subieran tanto, que
el nivel de incidencias se ha disparado y que sanidad no recomienda comenzar el
curso en estas condiciones. Pero lo triste es que no hicieron los deberes a
tiempo, esos deberes que les correspondía hacer con repunte del SarsCov2 y sin
él. Ante la incertidumbre que lejos de disminuir, crece por momentos, todo puede pasar.
¿Habrá algún acto más? ¿Quizás
una huelga andaluza con más convocantes que CGT y Marea Verde? Miren Madrid. Tendrán
que darse prisa porque el arranque de curso está a la vuelta de la esquina o dos
calles más “pallá”, pero encima.
Nosotras seguimos.
#SinSeguridadNoVolvemos, pero queremos volver. Creen las condiciones para ello.
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