Entrada publicada el 30 de septiembre de 2018
Hoy hace un año que sacamos a 5000 personas a la calle en una manifestación que pedía una ley de bioclimatización de los centros educativos públicos de Andalucía. Una manifestación que suponía la escenificación de que nuestra unión como familias era fuerte y era poderosa: la colaboración entre distintas AMPA de Sevilla en lo que habíamos bautizado como Escuelas de calor había calado en la sociedad. Se entendía que las condiciones en las que estudiaban nuestros hijos e hijas merecían una solución tras tantos años de ignorancia y desprecio por parte de la Junta de Andalucía, con tantos años acumulando escritos de quejas de profesorado y de familias en un cajón.
Esta muestra de empoderamiento fue recogida y transformada en propuesta de ley por Podemos. Una ley que daba respuesta a nuestras reclamaciones:
- la obligatoriedad de la administración para cumplirla,
- la búsqueda de la sostenibilidad y de la eficiencia energética
- y, sobre todo, permitía la IGUALDAD para todos los centros públicos andaluces.
Porque hasta entonces solo el copago de las familias había permitido ir dando soluciones a las condiciones de estrés térmico que sufrían nuestros hijos e hijas.
Guardaremos como una fecha muy especial aquel 14 de febrero del 2018 cuando el parlamento aprobó la tramitación de la ley: cómo nos ilusionamos, cómo vivimos que un movimiento asociativo como el nuestro hubiera conseguido tanto en tan poco tiempo.No necesitábamos papeles ni ser "legitimadas" por nadie: solo madres y padres que creen en la escuela pública y luchan por los derechos de sus hijos e hijas para que estudien en condiciones dignas. Pero el PSOE volvía a decepcionar con su NO rotundo a la tramitación de la ley: antes estar en contra de una ley catalogada por los Servicios Jurídicos del Parlamento, como moderna e innovadora que admitir que se llevaba años ignorando este problema.
Hemos seguido desde febrero su tramitación y hemos visto con cada vez más preocupación cómo se dilataban los plazos en el tiempo a pesar de las peticiones a Ciudadanos, como grupo presidente de la mesa, para que se aceleraran los trámites.
El pasado miércoles 26 volvimos al Parlamento para expresar nuestro desánimo por la dejadez y los intereses electoralistas del PSOE, que están llevando a que esta ley se muera y quede olvidada. Y el presidente del mismo, el señor Juan Pablo Durán, del PSOE, nos calificó de no tener educación, expulsándonos del pleno.
Desde aquí le vamos a enumerar al presidente del parlamento y a usted Susana Díaz como presidenta de nuestra comunidad, para qué nos sobra la educación a las familias que formamos parte de este movimiento:
- Para soportar los desprecios, y desplantes de algunos(as) representantes del PSOE, de la Junta de Andalucía y de la Consejería de Educación a cada una de nuestras campañas en redes sociales.
- Para asumir curso tras curso que nuestros hijos e hijas pasen mucho calor en las aulas, pagando de nuestros bolsillos aires acondicionados y ventiladores. Sin embargo, ese COPAGO no nos corresponde y no estamos dispuestas a mejorar unas instalaciones educativas cuyo mantenimiento y adecuación sólo compete a la Administración educativa.
- Y para desmontar sus anuncios de grandes planes de inversión, punto tras punto, con la verdad por delante,usando la información veraz, contrastando datos y sin caer nunca en el insulto.
Porque le recordamos que somos nosotras las que todos los días dejamos a nuestros hijos e hijas en colegios, institutos y conservatorios; las que vemos cómo sus millones anunciados a bombo y platillo no son sino parches en nuestros centros, y también las que formamos parte de la comunidad educativa a la que ustedes dicen consultar yr espetar, pero a la que llevan años ninguneando.
Puede que esta ley gracias a su decisión, la del grupo socialista en el Parlamento, y la inestimable ayuda de Ciudadanos, duerma el sueño de los justos en un cajón de su climatizado y cómodo despacho del Palacio de San Telmo, pero no morirá en el intento ni en la voluntad de las familias de la Escuela Pública, porque si hemos logrado la unión de tantas volveremos a ponernos de pie otra vez. Volveremos porque somos muchas y somos incansables, sabemos aprovechar las redes sociales y tenemos imaginación y ganas, y sacamos tiempo de donde sea para seguir con esta lucha. Pero sobre todo porque estamos sembrando en nuestros hijos e hijas la semilla de la lucha por su educación y su futuro como ciudadanos y ciudadanas, y porque para nosotras la educación SÍ que es la joya de nuestra corona.
Así que seguiremos gritando AULAS SÍ, SAUNAS NO
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