Escrito publicado el 03-08-2017
Agosto tiene fama de ser un mes inhábil, donde todo se paraliza por el paréntesis vacacional. Sin embargo, este mes de agosto, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía nos ha sorprendido con un pretendido golpe de efecto.
Bajo el titular “Educación y Empleo reforzarán las actuaciones de mejora energética en los centros educativos andaluces” no hay más que lo de siempre: política efectista, de grandes titulares, grandes declaraciones y pura apariencia.
Se nos anuncia un “protocolo de colaboración para realizar inversiones en materia de ahorro, eficiencia energética y desarrollo de energías renovables en los centros educativos de la Junta de Andalucía”.
Cualquier persona incauta y poco acostumbrada a los tejemanejes de la Administración Educativa andaluza -y las que llevamos tiempo en las AMPA en su mayoría no entramos en ese perfil-, se daría por satisfecha y pensaría que su lucha ha dado frutos. Concluiría que mereció la pena movilizarse en los meses de mayo y junio de 2017 porque primero anunciaron un Plan de Choque y ahora nos avanzan el Plan REDEJA y un protocolo que será el principio del fin de las escuelas de calor porque solucionado el problema ya no hay lugar para la movilización. Nada más lejos de la realidad. Eso sí, la foto y el titular les han quedado preciosos...
Desenmascaremos lo que hay detrás de ese artículo:
http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/educacion/124593/educacion/reforzaran/act porque no tiene desperdicio.
Para empezar, el protocolo anunciado es tan fantasma como el Plan de Choque, que a la presente nadie ha visto, ni siquiera los 51 centros de toda Andalucía (un exiguo 1%) tocados por la lotería de ser seleccionados para supuestas actuaciones de urgencia con criterios también desconocidos.
Para continuar, se dice que la climatización se financiará con el Plan Redeja para edificios de la Junta (Institutos de Secundaria, entre ellos) y con la línea Construcción Sostenible para los ayuntamientos (colegios).
El Plan Redeja no es nada nuevo. La Red de Energía de la Junta de Andalucía se creó en 2007 y desde entonces hay que reconocer que ha llevado a cabo muchas actuaciones en aras a mejorar la eficiencia energética, el ahorro y la apuesta por las energías renovables, aspectos por otra parte que obedecen a una preocupación por este tema a nivel europeo y que los Estados miembros de la Unión deben implementar en sus territorios.
Ahora bien, ¿se ha centrado la Junta de Andalucía en sus propios edificios públicos? ¿Ha implementado estas mejoras en los centros educativos durante los 10 años que lleva la REDEJA funcionando? La respuesta es NO. ¿Por qué parece que va a hacerlo ahora? Porque la presión que Ampas de Sevilla ha ejercido durante los meses de mayo y junio y su repercusión mediática les obliga a actuar, aunque sea sólo de cara a la galería.
Hasta 2011 no se hace una evaluación de la REDEJA y sus actuaciones (no se puede acceder a las memorias de años anteriores) y los datos de la de ese año son elocuentes: el grueso de la inversión (88%) la han aprovechado los ciudadanos y las empresas (Plan Renove de electrodomésticos, ayudas para la mejora de los cerramientos en viviendas, Programa Ahorrar en Casa, PYME Sostenible y Subvenciones Andalucía +). Por el contrario, la Junta de Andalucía apenas hizo en todo ese tiempo 40 auditorías energéticas en sus edificios, pertenecientes a las Consejerías de Cultura, Salud, Medio Ambiente, Igualdad y Bienestar Social (Inturjoven); Economía, Innovación y Ciencia; y a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte.
Para continuar, se dice que la climatización se financiará con el Plan Redeja para edificios de la Junta (Institutos de Secundaria, entre ellos) y con la línea Construcción Sostenible para los ayuntamientos (colegios).
El Plan Redeja no es nada nuevo. La Red de Energía de la Junta de Andalucía se creó en 2007 y desde entonces hay que reconocer que ha llevado a cabo muchas actuaciones en aras a mejorar la eficiencia energética, el ahorro y la apuesta por las energías renovables, aspectos por otra parte que obedecen a una preocupación por este tema a nivel europeo y que los Estados miembros de la Unión deben implementar en sus territorios.
Ahora bien, ¿se ha centrado la Junta de Andalucía en sus propios edificios públicos? ¿Ha implementado estas mejoras en los centros educativos durante los 10 años que lleva la REDEJA funcionando? La respuesta es NO. ¿Por qué parece que va a hacerlo ahora? Porque la presión que Ampas de Sevilla ha ejercido durante los meses de mayo y junio y su repercusión mediática les obliga a actuar, aunque sea sólo de cara a la galería.
Hasta 2011 no se hace una evaluación de la REDEJA y sus actuaciones (no se puede acceder a las memorias de años anteriores) y los datos de la de ese año son elocuentes: el grueso de la inversión (88%) la han aprovechado los ciudadanos y las empresas (Plan Renove de electrodomésticos, ayudas para la mejora de los cerramientos en viviendas, Programa Ahorrar en Casa, PYME Sostenible y Subvenciones Andalucía +). Por el contrario, la Junta de Andalucía apenas hizo en todo ese tiempo 40 auditorías energéticas en sus edificios, pertenecientes a las Consejerías de Cultura, Salud, Medio Ambiente, Igualdad y Bienestar Social (Inturjoven); Economía, Innovación y Ciencia; y a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte.
Como puede verse, los centros educativos nunca han sido foco de atención de la REDEJA ni su sostenibilidad energética o confort térmico una prioridad. En el mejor de los casos que vayan a serlo ahora en virtud de ese protocolo y ese acuerdo entre Consejerías, ¿significa eso que la solución al problema de la climatización está a la vuelta de la esquina? Pues lamentamos decir que no.
Vamos a la financiación. Dice el artículo: “Estas actuaciones serán financiadas con el plan de inversiones de la Red de Energía de la Junta de Andalucía (REDEJA), gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía en aquellos centros educativos que están bajo titularidad de la Junta de Andalucía. Las inversiones que se realicen en colegios de titularidad municipal se llevarán a cabo a través de la línea de incentivos Construcción Sostenible, del Programa para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía”.
Esto significa, traducido a palabras sencillas, que lo que se abre es una convocatoria de ayudas o subvenciones con las que acometer las mejoras de climatización de los centros y que la Junta lanza la patata caliente a las entidades locales. Si son Institutos de Educación Secundaria, dependerán directamente de la Agencia Andaluza de la Energía y si son colegios de infantil y/o primaria, de los ayuntamientos, que habrán de ser los que soliciten los incentivos.
Desde Ampas de Sevilla, consideramos que esto es un absoluto despropósito.
En primer lugar, porque dada la complejidad del proceso de solicitud en sí de las ayudas, los ayuntamientos necesitarían disponer de toda una pléyade de personal técnico y administrativo para su tramitación y seguimiento. Por no mencionar el papel de las entidades colaboradoras y su papel de “intermediación” entre la Agencia Andaluza de la Energía y los beneficiarios de las ayudas. Nuevamente hay un nicho de negocio para entidades privadas a costa de lo público.
Vamos a la financiación. Dice el artículo: “Estas actuaciones serán financiadas con el plan de inversiones de la Red de Energía de la Junta de Andalucía (REDEJA), gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía en aquellos centros educativos que están bajo titularidad de la Junta de Andalucía. Las inversiones que se realicen en colegios de titularidad municipal se llevarán a cabo a través de la línea de incentivos Construcción Sostenible, del Programa para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía”.
Esto significa, traducido a palabras sencillas, que lo que se abre es una convocatoria de ayudas o subvenciones con las que acometer las mejoras de climatización de los centros y que la Junta lanza la patata caliente a las entidades locales. Si son Institutos de Educación Secundaria, dependerán directamente de la Agencia Andaluza de la Energía y si son colegios de infantil y/o primaria, de los ayuntamientos, que habrán de ser los que soliciten los incentivos.
Desde Ampas de Sevilla, consideramos que esto es un absoluto despropósito.
En primer lugar, porque dada la complejidad del proceso de solicitud en sí de las ayudas, los ayuntamientos necesitarían disponer de toda una pléyade de personal técnico y administrativo para su tramitación y seguimiento. Por no mencionar el papel de las entidades colaboradoras y su papel de “intermediación” entre la Agencia Andaluza de la Energía y los beneficiarios de las ayudas. Nuevamente hay un nicho de negocio para entidades privadas a costa de lo público.
En segundo lugar, porque los colegios e institutos no son PYMEs ni ciudadanía con la que concurrir en una convocatoria de ayudas. La Junta de Andalucía tiene una responsabilidad que cubrir en la dotación de los centros educativos públicos y la obligación de que estos sean saludables y seguros para alumnado y trabajadores/as, lo cual incluye necesariamente sus condiciones térmicas en todas las estaciones del año. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía es la que debe afrontar esta dotación, sin más enredos ni fuegos de artificio mediáticos.
En tercer lugar, porque la solución del problema de climatización no puede quedar sujeta a la disponibilidad del presupuesto con que se dote a una convocatoria de incentivos que ni siquiera es exclusiva para esta necesidad, sino abierta a todo el abanico de la eficiencia energética. ¿Nuestros hijos e hijas van a compartir el dinero disponible para la renovación de lavadoras? Resulta, cuando menos, vergonzoso hacer esta propuesta por parte de la Junta de Andalucía.
Dejen ya de aparentar que ponen soluciones. Dejen ya de reciclar y disfrazar de novedad lo que no lo es. Dejen ya de camuflar obras de infraestructuras que ya tenían previstas como actuaciones en climatización.
Desde Ampas de Sevilla somos conscientes de que, por fin, se han puesto a trabajar en este tema. El “mapa de ayudas" para los colegios andaluces elaborado por la Agencia Andaluza de la Energía, en el que se han seleccionado 25 tipos diferentes de soluciones de mejora energética que responden de forma directa al objetivo de eficiencia energética y valor añadido a la docencia y el bienestar de las personas, lo demuestra. Saben lo que hay que hacer. Ahora sólo falta que pongan voluntad política, plazos razonables y presupuesto económico, no subvenciones, para llevarlo a cabo. Y eso, hasta ahora, no lo hemos visto. Seguiremos luchando por una educación pública, digna y de calidad.
En tercer lugar, porque la solución del problema de climatización no puede quedar sujeta a la disponibilidad del presupuesto con que se dote a una convocatoria de incentivos que ni siquiera es exclusiva para esta necesidad, sino abierta a todo el abanico de la eficiencia energética. ¿Nuestros hijos e hijas van a compartir el dinero disponible para la renovación de lavadoras? Resulta, cuando menos, vergonzoso hacer esta propuesta por parte de la Junta de Andalucía.
Dejen ya de aparentar que ponen soluciones. Dejen ya de reciclar y disfrazar de novedad lo que no lo es. Dejen ya de camuflar obras de infraestructuras que ya tenían previstas como actuaciones en climatización.
Desde Ampas de Sevilla somos conscientes de que, por fin, se han puesto a trabajar en este tema. El “mapa de ayudas" para los colegios andaluces elaborado por la Agencia Andaluza de la Energía, en el que se han seleccionado 25 tipos diferentes de soluciones de mejora energética que responden de forma directa al objetivo de eficiencia energética y valor añadido a la docencia y el bienestar de las personas, lo demuestra. Saben lo que hay que hacer. Ahora sólo falta que pongan voluntad política, plazos razonables y presupuesto económico, no subvenciones, para llevarlo a cabo. Y eso, hasta ahora, no lo hemos visto. Seguiremos luchando por una educación pública, digna y de calidad.
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